Los colores pueden cambiar según la luz que reciban, ya sea luz natural o artificial.
En cocinas pequeñas es importante escoger colores que resulten frescos de día y cálidos de noche. Preferentemente serán colores de tonos muy ricos, colores apagados, combinados con suelo oscuro. Las pareces podrán ser de color gris, azul, verde oliva o piedra. Para muebles podemos combinar rosa pálido y gris. Para armarios los tonos grises darán un aspecto cálido y elegante.
El color blanco sigue siendo una tendencia muy fuerte en la cocina, combinando diferentes tonos de blanco para realzar zonas elegidas o ángulos de la cocina.
Si decidimos usar un solo color para paredes, suelo y muebles, el blanco será el color más utilizado. La nota de color la pondrán los adornos, vajilla, accesorios…. siendo todos ellos de un mismo color, por lo general gris o negro.
En cocinas donde dispongamos de gran espacio podemos usar tonos cálidos y brillantes, como rojo, naranja… pero sin abusar. Completaremos el conjunto con blanco-gris o blanco-acero.